A veces la soledad es la mejor compañía que podemos tener, pensaba el recostado en su vieja banca de madera, ya corroída pero con un aroma que el disfrutaba mucho, uno añejo que lo transportaba a tiempos mejores y otros que no tanto.
Así que todas las noches su mayor deleite era salir y recostarse, cerrando sus ojos verdes como una pradera en primavera o bien admirando el paisaje nocturno, las sombras, los sonidos, las estrellas o nubes, la brisa nocturna rozando su piel y acariciando sus poros.
Era su cable a tierra, su distracción, el tiempo más valioso que pudiera dedicar a sí mismo.
Debemos como él, entender que muchas veces solo es mejor. Ya que apreciando la soledad y amándonos en ese estado aprendemos a valorar más el sentido de pertenencia y compañía de terceros...
Sometimes loneliness is the best company we can have, thought the leaning on his old wooden bench, already corroded but with an aroma that he enjoyed very much, an old one that transported him to better times and others that not so much.
so every night his greatest delight was to go out and lie down, closing his green eyes like a meadow in spring or admiring the night landscape, the shadows, the sounds, the stars or clouds, the night breeze brushing his skin and caressing his pores .
It was his ground wire, his distraction, the most precious time he could spare himself.
We must, like him, understand that many times it is only better. Since appreciating loneliness and loving ourselves in that state we learn to value more the sense of belonging and company of third parties ...
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